Los científicos han determinado que la intensa serie de más de 25.000 terremotos que sacudieron las islas griegas de Santorini, Amorgos y Anafi a principios de 2025 fueron causadas por una enorme oleada de roca fundida que se movía horizontalmente a través de profundos canales subterráneos. El enjambre, que incluyó temblores de magnitud superior a 5,0, generó temores de una erupción volcánica o un terremoto mayor, que recuerda al devastador terremoto de 1956 en la misma región.

Cómo se desbloqueó el enjambre: IA y física combinadas

Investigadores del University College London (UCL) y de otros lugares utilizaron un enfoque innovador que combina la física con la inteligencia artificial para identificar la causa. En lugar de depender del monitoreo sísmico tradicional, trataron cada temblor como un sensor virtual y luego usaron inteligencia artificial para analizar patrones en todo el enjambre.

Este método les permitió crear un modelo 3D detallado de la corteza terrestre alrededor de Santorini, revelando que el magma debajo de Santorini y del volcán submarino Kolumbo se había movido aproximadamente 20 kilómetros horizontalmente a través de un canal de 30 kilómetros de largo durante tres meses. Se estimó que el volumen de magma involucrado sería suficiente para llenar 200.000 piscinas olímpicas.

Por qué esto es importante: pronosticar la actividad volcánica

El estudio, publicado en la revista Science, demuestra una nueva capacidad para comprender los disturbios volcánicos. Tradicionalmente, el seguimiento de la actividad volcánica se basa en detectar magma que asciende hacia la superficie. Sin embargo, este enjambre se produjo debido al movimiento horizontal de magma a una profundidad superior a los 8 kilómetros. Los investigadores creen que este enfoque podría revolucionar la previsión volcánica:

“Los temblores actúan como si tuviéramos instrumentos en las profundidades de la Tierra y nos estuvieran diciendo algo”, explicó Anthony Lomax, un investigador geofísico involucrado en el estudio. “Cuando analizamos el patrón que forman esos terremotos en nuestro modelo 3D de la Tierra, coincide muy, muy bien con lo que esperamos para el magma que se mueve horizontalmente”.

El estado actual: la actividad ha disminuido, pero los riesgos persisten

Si bien la amenaza inmediata parece haber pasado (con el magma probablemente enfriándose y solidificándose en las profundidades del subsuelo), los volcanes pueden permanecer inquietos durante años. La reciente actividad volcánica en Islandia pone de relieve esta imprevisibilidad. Los científicos enfatizan que combinar el análisis de IA con la física fundamental podría transformar la forma en que monitoreamos y predecimos el comportamiento volcánico, salvando potencialmente vidas en regiones sísmicamente activas.

La conclusión clave es que los enjambres sísmicos no siempre indican una erupción inmediata, sino que pueden indicar procesos subterráneos complejos. Esta investigación subraya la necesidad de técnicas de monitoreo avanzadas para interpretar estas señales con precisión.