Una nueva y revolucionaria imagen ha revelado la vista más detallada jamás capturada de nuestra galaxia, la Vía Láctea, en longitudes de onda de radio. Este impresionante retrato, publicado en las Publicaciones de la Sociedad Astronómica de Australia, ofrece a los astrónomos una ventana sin precedentes a la estructura de la Vía Láctea y los procesos dinámicos que la configuran.
La imagen, recopilada a partir de años de observaciones realizadas por el telescopio Murchison Widefield Array en Australia Occidental, presenta una perspectiva lateral de nuestra galaxia espiral relativamente plana vista desde el hemisferio sur de la Tierra. Se extiende a lo largo de aproximadamente 60.000 años luz (más de la mitad del ancho de la Vía Láctea) y estalla de color. Los tonos rojos representan longitudes de onda de radio más largas que emanan de objetos como supernovas, mientras que las longitudes de onda más cortas se representan en azul, resaltando los viveros estelares repletos de radiación generada por calor.
La creación de esta imagen integral fue impulsada por una búsqueda para descubrir los restos cósmicos del universo: restos de supernova. Estas burbujas de gas y polvo en expansión marcan la dramática muerte de estrellas masivas, que continúan emitiendo ondas de radio durante decenas de miles de años después de la explosión inicial. Si bien los astrónomos han identificado aproximadamente 300 de estos restos dentro de la Vía Láctea, estiman que existen al menos 2.000, dispersos por toda su vasta extensión.
El estudio de estos cementerios estelares ofrece información crucial sobre los capítulos finales del ciclo de vida de una estrella y cómo sus muertes explosivas contribuyen a la evolución galáctica. Sin embargo, distinguir los restos de supernova de otros objetos celestes ha resultado un desafío con telescopios y estudios anteriores.
Este nuevo panorama radiofónico soluciona ese problema. Al unir casi 2000 instantáneas individuales capturadas durante 140 noches entre 2013 y 2020, los científicos pudieron construir esta vista increíblemente detallada. La imagen actúa como un atlas cósmico, lo que permite a los astrónomos identificar más fácilmente la ubicación de estos esquivos restos, lo que les permite estudiar sus características y evolución con mayor precisión.
Este extraordinario mosaico no sólo amplía nuestra comprensión de los restos de supernovas, sino que también ofrece una gran cantidad de información sobre otros objetos y fenómenos celestes dentro de la Vía Láctea. Su intrincado tapiz revela regiones de formación estelar, nubes de gas difusas e incluso insinúa la presencia de enormes agujeros negros acechando en su corazón.
Como comentó la astrónoma Silvia Mantovanini de la Universidad Curtin en Perth, Australia, quien dirigió el proyecto: “Esta vista multicolor de la Vía Láctea hace que sea fácil distinguir lo que sucede dentro de la galaxia… Me recordó que somos sólo una pequeña parte de algo increíblemente complejo”. Este notable logro subraya el poder de la radioastronomía para desentrañar los misterios del universo y revelar la impresionante belleza escondida dentro de nuestro propio patio galáctico.












































