Los científicos han descubierto una anomalía geológica extraordinaria debajo de la isla de las Bermudas: una capa de roca de 20 kilómetros (12,4 millas) de espesor incrustada en la corteza oceánica de la Tierra. Esta estructura no se parece a ninguna otra encontrada a nivel mundial, lo que desafía la comprensión actual de cómo se forman y persisten las olas oceánicas. El descubrimiento arroja luz sobre por qué las Bermudas permanecen elevadas sobre sus alrededores a pesar de haber estado volcánicamente inactivas durante más de 31 millones de años.
El misterio de la elevación de las Bermudas
Durante décadas, el oleaje oceánico de las Bermudas ha desconcertado a los geólogos. A diferencia de las cadenas de islas como Hawaii, que se mantienen activas en los puntos calientes del manto, las Bermudas no muestran actividad volcánica reciente. El oleaje típico disminuye a medida que las placas tectónicas se alejan de estos puntos críticos, pero la elevación de las Bermudas persiste, un fenómeno que ahora podría explicarse por esta capa subterránea recientemente identificada.
La estructura parece ser un remanente de un antiguo vulcanismo, con roca del manto congelada debajo de la corteza, que actúa como una base flotante que mantiene la isla elevada aproximadamente 500 metros (1,640 pies). Los datos sismológicos revelaron la presencia de la capa: los investigadores analizaron los patrones de ondas sísmicas de terremotos distantes para crear una imagen detallada del subsuelo de la Tierra hasta 31 millas (50 km).
Orígenes antiguos en Pangea
La inusual composición de la roca profundiza aún más el misterio. Los análisis revelan un bajo contenido de sílice y altos niveles de carbono, lo que sugiere que el material se originó en las profundidades del manto, remontándose potencialmente a la formación del supercontinente Pangea hace entre 900 y 300 millones de años. Esto difiere marcadamente de las islas de los océanos Pacífico o Índico, donde las plumas del manto son más jóvenes y recientes.
El Océano Atlántico, al ser una cuenca relativamente joven formada durante la desintegración de Pangea, puede haber conservado esta antigua firma geológica. La presencia de esta fuente profunda de carbono sugiere que la región alguna vez estuvo en el corazón del último supercontinente, lo que explica por qué la geología de las Bermudas es tan única.
Implicaciones e investigaciones futuras
El descubrimiento tiene implicaciones de gran alcance para comprender los procesos internos de la Tierra. Al estudiar lugares extremos como las Bermudas, los científicos pueden perfeccionar sus modelos de cómo se desarrollan y evolucionan las características geológicas más típicas. William Frazer, el autor principal del estudio, ahora está investigando otras islas en todo el mundo para determinar si existen estructuras subsuperficiales similares o si las Bermudas realmente son un caso geológico atípico.
“Comprender un lugar como las Bermudas… nos da una idea de cuáles son los procesos más normales que ocurren en la Tierra y cuáles son los procesos más extremos que ocurren”.
El hallazgo subraya cuánto aún se desconoce sobre el interior de nuestro planeta y sugiere que las anomalías profundas del subsuelo pueden desempeñar un papel más importante de lo que se pensaba en la configuración de la geología de la superficie.















