Una figura colosal grabada en las llanuras rojas del interior de Australia ha cautivado la imaginación durante más de dos décadas. Conocido como el Hombre Marree, este enigmático geoglifo representa a un aborigen australiano desnudo sosteniendo un palo arrojadizo woomera o un boomerang. Con una extensión asombrosa de 3,5 kilómetros (2,2 millas) desde el pie hasta el arma extendida, su contorno abarca aproximadamente 28 km (17 millas).
La repentina aparición del Hombre Marree en el verano de 1998 sigue siendo uno de los misterios más desconcertantes de Australia. Si bien geoglifos como las Líneas de Nazca en Perú se remontan a siglos atrás, este gigante aparentemente fue concebido y ejecutado con notable velocidad durante un período de 16 días entre finales de mayo y principios de junio.
Un parpadeo en las imágenes de satélite
Las primeras imágenes de satélite capturaron la creación de la figura en progreso, pero su rápida génesis desconcertó a los expertos. Abundan las teorías sobre cómo un diseño tan enorme pudo haberse grabado en la meseta de Finniss Springs con tanta rapidez. Algunos especulan que una forma temprana de mapeo GPS fue esencial para lograr las líneas precisas visibles desde el espacio.
El desafío de la preservación
Las líneas poco profundas iniciales del Hombre Marree, de sólo unos 25 centímetros (10 pulgadas) de profundidad, resultaron vulnerables a la erosión provocada por los implacables vientos australianos. En 2016, la cifra se había reducido considerablemente. Para garantizar su legado, las empresas locales intervinieron y volvieron a tallar meticulosamente al gigante utilizando técnicas de excavación modernas y guía GPS. Esta versión actualizada cuenta con líneas significativamente más profundas y ranuras innovadoras diseñadas para atrapar el agua. Estas trampas de agua fomentan el crecimiento de la vegetación alrededor del contorno, creando efectivamente un borde verde más duradero destinado a combatir la erosión.
Desenmascarando al artista: un rastro fantasmal de pistas
La identidad del creador sigue siendo difícil de alcanzar a pesar de varias pistas tentadoras. Un fax anónimo enviado a hoteles locales poco después de la aparición del geoglifo se atribuyó la responsabilidad en nombre del “Gigante de Stuart”, más tarde rebautizado como el Hombre Marree por los medios.
Un artista de Adelaida llamado Bardius Goldberg se ha convertido en el principal sospechoso. Si bien nunca confesó públicamente el acto, sus amigos han alegado que Goldberg se jactó de su participación en su creación antes de su muerte en 2002. Para alimentar aún más las especulaciones, se encontró una pequeña placa con la bandera de Estados Unidos cerca de la cabeza de la figura. El fax anónimo contenía varios americanismos, lo que llevó a algunos investigadores a teorizar la participación del personal estacionado en una base cercana de la Real Fuerza Aérea Australiana.
The Marree Man sigue siendo un testimonio tanto del ingenio humano como del poder duradero del misterio. Hasta que surjan respuestas concretas, probablemente seguirá siendo uno de los enigmas sin resolver más convincentes de Australia, grabado para siempre en el vasto lienzo del cielo del interior.
